La neuropsicología es la rama de las neurociencias que estudia las relaciones entre el cerebro y la conducta, tanto en sujetos normales como en aquellos que han sufrido algún daño cerebral.
La neuropsicología clínica es la aplicación de ese conocimiento para la evaluación, tratamiento y rehabilitación de los pacientes aquejados por patologías en las que está involucrado deficiencias, daños o lesiones en los mecanismos cerebrales subyacentes a uno o más comportamientos.
El objetivo principal de la rehabilitación neuropsicológica es que el paciente con daño cerebral consiga alcanzar el máximo grado de autonomía.
Para alcanzar dicho objetivo, el neuropsicólogo se vale de tres estrategias diferenciadas: la restauración (o entrenamiento de las funciones alteradas); la compensación (o entrenamiento de las habilidades alternativas) y, por último, el empleo de ayudas externas.
Tras una lesión cerebral, con frecuencia se pueden producir alteraciones emocionales y conductuales como irritabilidad, impulsividad, agresividad, egocentrismo, desinhibición, euforia, conducta inapropiada, rigidez, apatía, labilidad emocional, depresión o infantilismo.
Una lesión cerebral puede provocar alteraciones conductuales y afectivas tan importantes de atender como el ámbito cognitivo de la lesión. La sintomatología ansiosa, depresiva y la baja autoestima son aspectos sobre los cuales es imprescindible intervenir para conseguir unos buenos resultados en la intervención, y por tanto una mejor adaptación a la nueva situación vital.
La familia es un pilar fundamental en el proceso de rehabilitación de nuestros pacientes. Es imprescindible a lo largo del proceso rehabilitador atender, orientar y ayudar a las familias con el fin de mejorar tanto el sistema familiar como el proceso rehabilitador del paciente.